Por: Luza Alvarado,
"¿Tú eres medio vegetariana porque está de moda, no?", me preguntó un tipo este fin de semana. No me molesté, porque ya estoy acostumbrada a que me miren como un bicho raro que come tacos de nopales en el imperio de los tacos de bistec. Lo que me impactó fue que el hombre pensara que comer saludable es una cuestión de moda, sobre todo un país como México, donde los niveles de obesidad y diabetes son alarmantes.
"¿Tú eres medio vegetariana porque está de moda, no?", me preguntó un tipo este fin de semana. No me molesté, porque ya estoy acostumbrada a que me miren como un bicho raro que come tacos de nopales en el imperio de los tacos de bistec. Lo que me impactó fue que el hombre pensara que comer saludable es una cuestión de moda, sobre todo un país como México, donde los niveles de obesidad y diabetes son alarmantes.
Es verdad que el ritmo diario de trabajo nos deja pocas opciones para tener una alimentación equilibrada. Sin embargo, no es pretexto. Afortunadamente, mi madre siempre tuvo el cuidado de explicarme para qué sirve cada alimento y cómo se pueden reforzar sus propiedades combinándolo adecuadamente. Aquí les presento algunas opciones que no requieren preparaciones difíciles y que son perfectas para complementar nuestra dieta callejera, mantenernos saludables.
LOS CLÁSICOS
Aceite de oliva (extra virgen, de preferencia). Dile adiós al aderezo ranch megacalórico. El aceite de oliva es un aliño "milagroso", ya que tiene gran cantidad de antioxidantes y previene problemas cardiovasculares. Es preferente que se coma crudo, aunque también conserva algunas propiedades cuando se usa para cocinar alimentos en caliente. Se recomienda consumir dos cucharadas soperas al día distribuidas en vinagretas o cocciones.
Tomate. Tiene un compuesto llamado licopeno, un antioxidante que disminuye en un 30% el cáncer de próstata, seno y pulmón. Aquí lo interesante es que, gracias a la cocción, este compuesto se concentra y se puede asimilar mejor. Si lo combinas con aceite de oliva, optimizas el efecto.
Yogurt. Es un importante prebiótico que aporta al intestino bacterias benéficas para la flora intestinal. Además, estudios recientes revelan que aporta mucho calcio y facilita la pérdida de sobrepeso. Con una taza al día de yogurt natural es suficiente. Si le pones un poco de miel, añades hierro a la combinación, y si lo haces tú misma en casa con los llamados "búlgaros", tendrás más beneficios.
FRUTAS Y VERDURAS
Blueberrys. Esta pequeña fruta contiene la mayor cantidad de antioxidantes entre los frutos del bosque. Esto quiere decir que, al igual que la fresa, la frambuesa y el arándano, te protege del cáncer. Afortunadamente ya se pueden encontrar en el área de congelados. Puedes llegar a casa y dividir el contenido de la bolsa en 5 porciones: una taza diaria en una bolsita ziploc, una para cada día de la semana. Congeladas o crudas, estas bayas conservan su valor nutritivo. Para un súper desayuno energético y saludable, pues combinarlas con yogurt y almendras.
Coles. No sólo se trata de aprovechar la coliflor, también se pueden hacer variaciones con brócoli, col de Bruselas, col china, etc. Con media taza al día obtendrás una excelente porción de calcio.
Betabel. Se encuentra entre las legumbres con mayor potencial antioxidante. Media taza diaria es suficiente para estar protegida contra los radicales libres. Lo curioso es que también se pueden comer las hojas. Pídele a tu "marchante" del mercado que no las tire. Se preparan igual que las espinacas y son muy buenas para la vista.
SEMILLAS
Linaza. ¿Has escuchado de los beneficios del omega 3? Bueno, pues también es un potente anticancerígeno. Para conservar sus propiedades al máximo, se recomienda guardarla fresca, en el refrigerador y en un molde hermético, pero no más de dos semanas. Funciona igual que la granola tradicional: la puedes espolvorear en ensaladas o sobre la fruta y el yogurt. Con una cucharada diaria es suficiente.
Almendras. Son la colación ideal: sacian el hambre, bajan el nivel de colesterol "malo" y mantienen en forma los vasos sanguíneos. Natural, con piel, sin tostar ni salar nos aporta, además, vitamina E. Porción diaria: ¼ de taza. Pero si la colación te parece aburrida, puedes triturarla y rociarla en tu ensalada, o molerla en la licuadora con una cucharada de aceite de oliva para conseguir una deliciosa vinagreta.
Lentejas. Recuerdo que en algún tiempo se consideraban un platillo "de pobres". Sin embargo, no hay como un plato de lentejas para mantener la firmeza de los tejidos y nutrirse de ácido fólico antes y durante el embarazo. Para convertir estas lentejas en un platillo con el doble de propiedades, basta agregar a la olla algunos cuadritos de jamón. Y para los golosos, con medio plátano se transforma en una delicia.
Camote. Aunque no parezca un alimento tan "fashion" como otros, tiene dos veces más betacaroteno que una zanahoria y menos calorías que una papa. ¿Cómo prepararlo? Al vapor, en puré, como complemento al caldo de pollo, sazonado con mantequilla, perejil y pimienta...
ORGANÍZATE
- Comer bien no es tan difícil, pero sí requiere que le dediques una vuelta por el mercado una vez a la semana, y 15 minutos diarios para preparar tus tuppers con lo que necesitas para el día siguiente.
- Para las cocciones no hace falta sentarse a esperar frente al fogón o ser una gran cocinera. Olla + agua + sal de grano + arbolito de brócoli + tapa. (Mientras se cuece, puedes limarte las uñas o revisar tu Facebook.) Al cabo de 10 minutos estará listo tu complemento.
- Te recomiendo conseguir estos alimentos frescos y, si puedes, con alguna garantía de que no tiene pesticidas u hormonas, compuestos que, en lugar de ayudarte, están afectando tu salud a cuenta gotas.