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jueves, 11 de noviembre de 2010

Cómo crear una súper contraseña

Estamos asistiendo al final de una era, por lo menos en cuanto a la longitud de las contraseñas que nos piden determinadas webs: se acabó la longitud de entre cuatro y ocho caracteres.

Así lo asegura un estudio de la Universidad Georgia Tech, en el que se advierte de que los hackers pueden descubrir las contraseñas de ocho caracteres en tan sólo 2 horas, mientras que tardarían cerca de 18.000 años en descubrir un password de doce caracteres.

Ese mismo artículo científico asevera que todas las webs que actualmente piden contraseña para entrar deberían exigir que tuvieran esa longitud mínima.

¿Y por qué 12 y no 11?

Un hacker, mediante sofisticados programas, es capaz de intentar entrar en una cuenta de correo realizando ataques de un trillón de combinaciones de caracteres (letras, números y símbolos) por segundo. Es decir, tardaría 180 años en descubrir encontrar la clave de 11 caracteres. Está cantidad de tiempo necesaria para conseguir entrar en una cuenta protegida por una contraseña de 12 caracteres se multiplica hasta los 18 milenios que comentábamos antes.

Los expertos de esta universidad de Estados Unidos recomiendan que para poder llenar esos 12 caracteres, los usuarios utilicen frases completas. Por ejemplo: micasabonita aunque suene al lenguaje que usan los indios en las películas del oeste, "llena" la cantidad de caracteres recomendados.

También se recomienda el uso de símbolos especiales, siempre que la web lo permita, como "º:?¿.ç?ƒ@™?œß".

¿Una contraseña o mejor varias?

Otra cuestión es la de si utilizar o no la misma contraseña para diferentes sitios. Aunque tengamos una súper contraseña de 12 caracteres, repleta de símbolos extraños, si la utilizamos en varias webs a la vez (por ejemplo, que nuestra contraseña sea la misma para nuestra cuenta de correo, nuestro perfil en Facebook y nuestra cuenta en Twitter) corremos el riesgo de que uno de estos sitios web sea atacado y los hackers tengan en su poder nuestra contraseña.

Siguiendo nuestro rastro (simplemente comprobando si nos hemos dado de alta con la misma cuenta de correo electrónico en varias páginas), usarla en multitud de sitios. Así que lo más recomendable es utilizar una contraseña diferente en cada web.

¿Cómo recordar?

Esto genera otro problema: ¿Cómo nos acordamos de todos los passwords? Difícil pregunta, con diferentes respuestas. Si las escribimos y guardamos en un documento de Word, por ejemplo, corremos el riesgo de que alguien acceda a nuestro ordenador y nos robe tan preciado archivo.

En los últimos años, han aflorado programas como Password Safe en la que se pueden escribir todas nuestras contraseñas, y protegerlas con un password maestro. El problema es que este tipo de programas, a pesar de que sus creadores aseguren que son 100 % seguros, son el primer objetivo de los hackers de todo el mundo, ya que saben que ahí se está guardando miles de contraseñas.
Néstor Parrondo - Yahoo!

sábado, 7 de agosto de 2010

Lo que no debe hacerse en un asado

Por José Barki

Cuando preparamos un asado, siempre, pero siempre, hay alguien al lado de la parrilla (un cuñado, un amigo, el suegro) que nos remarca todo lo que estamos haciendo mal (andá dando vuelta ese choricito, subí un poco la parrilla, etc.).

En Planeta JOY decidimos ponernos en el lugar de ese personaje insoportable y listamos las diez cosas que un asador jamás debe hacer a la hora de prender el fuego, cocinar la carne y servirla. Estos son los 10 pecados capitales del parrillero.

1. Usar alcohol para prender el fuego
Los asadores consagrados consideran esto una verdadera mariconeada. Utilizar alcohol para invocar a la diosa de las llamas no sólo acelera el proceso de incineración del fuego y nos priva de una gloriosa "previa" -con vino y quesito mientras el asunto se pone en marcha-, sino que también resulta muy peligroso. Algunos asadores consultados afirman que hay muchísimos accidentes de gente que prende el fuego con alcohol y termina con quemaduras en manos y brazos.

2. Echar al fuego cualquier leña
El fuego no es el hipopótamo de Pumper Nic, al que se le puede echar cualquier cosa. Hay que cuidarlo, avivarlo, verlo crecer como a un niño sin que se convierta en un monstruo. En este sentido, es muy común que el fuego se apague porque la leña no es buena o porque uno tira pedazos demasiado grandes. Aquí, tres datos a tener en cuenta:
a). Que la leña que se va a utilizar debe estar siempre estacionada, sin humedad.
b). Que las dos mejores variedades para hacer un asado son la de espinillo y la ñandubay (no el quebracho).
c). Que hay que tener paciencia porque un leño grande tarda una hora y media hasta que está listo para calentar nuestro asado.

3. Tapar la carne con papel de diario
Uno de los grandes temores de cualquier asador es que la brasa no alcance para cocinar la carne. Por eso utilizan toda clase de artilugios para lograr el ansiado "efecto hornito". Uno de ellos es tapar la carne con papel de diario. Sin embargo, los expertos consultados afirman que esto no es recomendable desde el punto de vista sanitario. "El papel es contaminante y no es bueno que entre en contacto de ese modo con la carne", juran, indignados, cuando se les pregunta por el hornito.

4. Cortar la carne para ver si está jugosa
¡Ultraje! ¡Vergüenza! ¡Qué descaro! Cortar la carne para "ver si está jugosa" debería ser caratulado por la Justicia de los asadores como un crimen de lesa humanidad. Ese tajo (por más leve que sea) provoca un drenaje de los jugos más sabrosos y que termine seca como suela de zapato. Este error se aprecia especialmente en lomos y bifes de chorizo, cortes que pierden toda gracia cuando no están jugosos.

5. Poner la carne congelada en la parrilla
Sucede con frecuencia. Uno hizo las compras la noche anterior y decide que la carne se quedará en el freezer hasta el día siguiente, "para que se conserve mejor"; y luego, directo a la parrilla. Error grave. El que haga esto comerá un asado duro y la suegra le reprochará que sus dientes no aguantaron la parada. Antes de echar la carne a la parrilla hay que estabilizar temperaturas: sacarla del congelador, que pase al frío de la heladera y recién ahí llevarla a la parrilla.

6. Bajar demasiado la parrilla
Como dijimos, el asador amateur convive a diario con el miedo a que se le apague el fuego y que la brasa no alcance para cocinar la carne. Por eso baja la parrilla hasta que los fierros casi tocan el carbón. El resultado es, indefectiblemente, que la carne quede arrebatada. Esto es: carne cocida por fuera -inclusive calcinada- y roja por dentro.

7. Poner la tira de asado así nomás
La tira de asado es el corazón de toda buena parrillada y prepararla es tan simple que resulta increíble que, al momento de echarla a las brasas, muchos cometan el error de colocarla de costado o, peor aún, con el lado del hueso hacia arriba. La tira siempre se coloca con los huesos hacia abajo y puede permanecer así durante horas. Recién poco antes de servirla se la rota para que se terminen de cocinar los otros costados.

8. Servir la carne en bandejas metálicas
El asado puede quedar perfecto, pero si se come frío, todo el esfuerzo habrá sido en vano. Eso le pasa a los amateurs que llevan la carne a la mesa en bandejas metálicas que bajan la temperatura de la carne. Lo correcto es utilizar tablas de madera, aunque lo ideal es usar braseros que aseguran que los cortes lleguen a la mesa calentitos, como debe ser.

9. Apurar mollejas y chinchulines
Estas achuras tienen sus tiempos. Pueden ser crocantes y deliciosas o quedar más gomosas que un Bazooka. Uno de los errores más comunes es apurar mollejas y chinchulines colocando bajo ellas gran cantidad de brasas, lo cual genera una detestable "gomosidad" de la achura en cuestión. Una buena alternativa en el caso de las mollejas es calentarlas y, una vez que están lo suficientemente sólidas para cortar, echarlas como lonjas para que queden bien crocantitas.

10. Ser ansioso
Dejamos este último punto para el final porque sin dudas es el más importante. Todo lo que apunte a acelerar el proceso del asado terminará saliendo mal: poner pastillas para prender el fuego, usar briquetas, reavivar las brasas con secadores de pelo o darle a la carne más vueltas que una calesita. El asado es el elogio de la lentitud y el disfrute sagrado se encuentra en dedicar al proceso el tiempo que merece. Muy simple: si usted quiere comer a las dos de la tarde, póngase a trabajar a las deiz de la mañana. Son cuatro horas para reencontrarse con un placer que ya enamoraba a los cavernícolas: asar un buen pedazo de carne.

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martes, 20 de julio de 2010

Cómo sobrevivir a la peluquería

Por: Daniela Di Segni

En mi barrio, aunque resulte raro, hay once peluquerías en un radio de unas diez cuadras. Uno diría que las vecinas no deberíamos tener problemas de belleza. Pero no. Porque ninguna de ellas es muy buena. Donde te tiñen bien hacen mal los reflejos; donde cortan bien tiñen mal; donde peinan bastante bien cortan muy mal. O la manicura es mala o la depiladora no es buena.

¿Por qué resultará tan complicado lo de la peluquería? Debiera ser sencillo que la persona que te atiende comprendiera lo que pides.

Pero no es así. Le ruegas que te corte poco porque te tarda mucho en crecer y te rapa porque: “necesitaba darle forma a tu cabeza”. Le dices: “no me hagas demasiados reflejos, no quiero quedar muy rubia”, sales como Barbie. Le pides: “déjamelo bastante largo como para sujetarlo si hace mucho calor”, te lo deja escalonado y no lo sujetas con ninguna hebilla existente. Le pides: “péiname hacia atrás, lacio, sin vueltas para que no me de trabajo” y no sabes por qué te arma un mechón parado hacia delante y una especie de bucles a los costados.

Tal vez sea un problema mío de comunicación; como presiento que no me entienden ya ingreso en el local mal predispuesta. Pero después hablo con mis amigas y, si dejo de lado a dos de ellas que se atienden desde hace diez o doce años con la misma peluquera, veo que las otras tienen problemas parecidos a los míos.

No es menor tampoco el tema de las esperas. Pides turno, cuando te lo dan, y esperas igual un buen rato porque o faltó una de las chicas o esa señora tiene un casamiento importante y decidió hacer todos los tratamientos disponibles en el lugar.

No sería nada si una pudiera pasarlo entretenida. Pero las revistas disponibles son sólo de las que hablan de la farándula y el jet-set, de aquí o de otros países. Puros chismes, peleas entre estrellas, declaraciones sexy de alguna estrellita en ascenso o intimidades de alguna vedette venida a menos. Lo peor es que las leo igual, porque quiero ver la ropa que usan en los eventos. Bien o mal me entretengo durante un rato.

Sucede a veces que, como excepción, encuentro una nota medianamente interesante. En ese caso, cuando estoy en el medio de la lectura viene la niña de la tintura y me dice: “Por favor, quítate los anteojos por un ratito que te voy a teñir”. Casi siempre me quedo sin saber si es cierto que comer demasiado azúcar hace muy mal o si la actriz que vi en un episodio en la tele haciendo de malvada finalmente se va a separar o no de su bonito novio.

También me ha pasado que me dije: “Qué lindo modelo, me dan ganas de copiarlo” al ver a la Princesa Máxima de Holanda en una cena de caridad. Dejé de pensar en la copia cuando me di cuenta de que el ejemplar era de dos años antes, porque la carísima revista española solo llega de tercera mano a las peluquerías del barrio.

Y luego está el tema de las manos y los pies. En verano no es problema porque vas con sandalias y todo bien. Pero, ¿cuánto tiempo se necesita para que no se arruine el esmalte dentro de un par de botas de invierno y con medias? Por mi experiencia… deben ser unas ocho horas.

Con las manos es distinto. La manicura termina de pintar y te dice: “Quédate quieta un rato hasta que seque bien”. Suficiente para que te pique algo o estornudes y precises sacar el pañuelo o para que suene el celular que está en el fondo del bolso. Por fin, pasa media hora pero entonces tienes que pagar y nueve de diez veces te estropeas una uña recién pintada abriendo la billetera. La muchacha te mira un poco enojada cuando vas a pedirle que te la retoque…

Consejos para sobrevivir a un/a peluquero/a mandón/a

* Trata de ir a la peluquería con las ideas claras (no suele ser fácil). Si quieres que no te corten… que no te corten.
* Explica claramente lo que deseas (no suele ser fácil). Si no estás muy segura pide que te muestren como queda el color en una muestra, el peinado en una foto, etc.
* Si estás dispuesta a un cambio y le tienes confianza a quien te atiende, entrégate y deja que haga lo que propone. A veces hay que jugarse (no suele ser fácil).
* Si te sientes mal o estás deprimida no intentes grandes cambios porque es probable que no te satisfagan luego. Confórmate con un buen lavado y peinado.
* Si sientes que te mandonean, que no logras imponerte y no sales conforme, cambia de peluquería.
A todas estas, ¿cómo es la peluquería de tu barrio?

lunes, 12 de julio de 2010

¡Qué evitar en la primera cita!

Una primera cita tiene como objetivo conversar y sentir la vibra de la otra persona. Sin embargo, a mucha gente la traicionan los nervios. Esto deriva en ciertas actitudes que provocan desconfianza o despiertan sospechas innecesarias. Es por ello que Mollod y Tesauro, un par de expertos en relaciones, le preguntaron a mucha gente qué es lo que provoca que no haya segunda cita. Sus respuestas los condujeron a dar estos 9 tips, pensando, sobre todo, en los hombres:

1. Pon en silencio el celular".
Estás en tu primera cita, tu teléfono suena cuatro veces en menos de una hora, tú contestaste con todo gusto cada una de las llamadas. Malas noticias: lejos de pensar que eres súper popular y que el mundo no puede vivir sin tus encantos, tu interlocutora pensará que tienes el perfil de un picaflor, de esos que a la primera oportunidad coquetean con quien se les ponga enfrente.

2. Ni debate, ni terapia
Una primera cita no es un buró de quejas ni una mesa de debate filosófico. Si ya desde tu primera cita te la pasas hablando de los retos de la posmodernidad o de cómo tu ex te hizo cachitos el corazón, corres el riesgo de estar poniéndole demasiadas expectativas a la relación.

3. Sin pantallas
A nadie le gusta competir por la atención de los demás, y menos si el rival es la televisión. Prestar más atención a lo que ocurre en la pantalla del bar o del restaurante que a lo que dice la persona que te acompaña no es un gesto muy halagador para una primera cita.

4. Evita jugar al Yo-yo
Los nervios te pueden traicionar y hacer que acapares la conversación en torno a tus propias experiencias. "Yo hice, yo fui, yo tengo un amigo, yo, yo, yo..." Cuando sientas que ocurra, respira profundo y muestra más interés por la persona que tienes enfrente, hazle preguntas, escúchala, obsérvala. Terminarás por aprender más sobre quién es, además de dejarla en suspenso sobre ti.

5. Mírale a los ojos

En el caso de los señores, no me digas: ¿Es una fuerza magnética que arrastra tu mirada hacia su escote y no puedes evitarlo? Por más despistada que sea la mujer con la que salgas, se dará cuenta de tu fragilidad. Quizás sea tiempo de empezar a practicar alguna técnica de autocontrol para que tu mirada no baje más allá del cuello de tu interlocutora.

6. Poderoso caballero...
El amor y el dinero no se pueden ocultar, así que no pierdas el tiempo describiendo lo bien que le han ido a tus acciones en la bolsa de valores o de lo caro que salió tu departamento en la playa. Si quieres que ella se dé cuenta de que eres sólido económicamente hablando, unos zapatos italianos, un reloj clásico y otros detalles discretos en tu arreglo, hablarán por ti.

7. Prohibido "futurear"
Por más que su primer encuentro se desarrolle maravillosamente, incluyendo besos y arrumacos, no hay que precipitarse hacia el futuro juntos. Hacer preguntas como "¿Con quién pasamos navidad, con tu familia o con la mía?" o "¿Cómo se van a llamar nuestros hijos?", pueden asustar a cualquiera.

8. La cuenta, por favor ...
Para los señores: ¿De principio a fin de la cita estuviste quejándote de lo caro que era el lugar? Ella puede pensar: a) No te relajas, no te diviertes. b) eres un tacaño. Desde que alguien propone el lugar, es posible ir calculando cómo va a estar la cuenta. Si ella sugiere algo que tú no estas dispuesto a pagar, estás a tiempo de repensar tu cita. O bien, dale suficientes opciones para que ambos se sientan cómodos con el precio y el tipo de lugar al que irán.

9. La foto del recuerdo
La primera cita no es una buena ocasión para una tomarse una foto juntos con tu celular. Eso da la impresión de que eres un coleccionista de citas. Una conversación sugerente deja un recuerdo mucho más profundo.

Si te fijas bien, estos consejos no sólo son útiles para la primera cita, son pequeños tips para sacarle brillo a cualquier conversación.

martes, 6 de julio de 2010

Hay 21 cosas prescindibles


Si busca obtener mayor valor por su dinero, le haría un favor a su cartera si le da un vistazo a opciones de segunda mano. Muchos productos usados aún tienen mucha vida por delante, incluso años después de la compra original y, encima de todo, generalmente se revenden a una fracción del precio de venta. A continuación, presentamos una lista de 21 cosas que resulta mejor comprar usadas.

1. DVDs y CDs: Los DVDs y CDs usados se verán como nuevos si están bien cuidados. Incluso si termina con un disco rayado y no quiere molestarse con una devolución, hay formas de quitarles los rayones y hacer que su DVD o CD vuelva a poder reproducirse.

2. Libros: Puede comprar libros usados con descuentos significativos con vendedores en línea y librerías de segunda mano. La condición en la que se encuentren los libros puede variar, pero generalmente va de buena a como nueva. Y por supuesto, déle un vistazo a su biblioteca local para material de lectura gratuito.

3. Juegos de video: Los niños se cansan de los videojuegos muy pronto. Puede encontrar fácilmente juegos de video usados con vendedores en línea en sitios como Amazon o eBay unos meses después de la fecha en que fueron lanzados. La mayoría de las tiendas de videojuegos tendrán también un anaquel de juegos usados. Y si la paciencia no es lo suyo, puede rentar o pedirle prestado el juego a un amigo para ver si vale la pena comprarlo.

4. Ropa para ocasiones especiales y festividades: En ocasiones, necesitará comprar ropa formal para ocasiones especiales, como bodas o graduaciones. La mayoría de la gente cuida bien su ropa formal pero sólo la usa una o dos veces. Las cosas que otra gente no quiere en su clóset representan un ahorro para usted: tiendas de segunda mano, ventas de garage, vendedores en línea e incluso algunas tiendas de vestidos ofrecen opciones fantásticas de ropa formal usada.

5. Joyas: La depreciación afecta bastante cuando se intentan vender joyas usadas, pero como comprador, puede aprovechar la reducción en el precio para ahorrar bastante. Esto resulta especialmente cierto con los diamantes, los cuales tienen un valor ridículamente bajo de reventa. Verifique las ventas de liquidación de propiedades particulares y las casas de empeño para encontrar precios excelentes o piezas únicas. Incluso si decide revender luego las joyas, la depreciación no lo afectará tanto.

6. Muebles de Ikea: ¿Por qué molestarse en armar sus muebles cuando puede conseguirlos ya armados gratis (o casi gratis) en Craigslist y Freecycle? El verano es el mejor momento para buscar muebles de Ikea -es cuando los estudiantes universitarios se mudan de departamentos y se deshacen de sus cosas.

7. Juegos y juguetes: ¿Durante cuánto tiempo son juegos y juguetes los favoritos de su hijo antes de que queden olvidados debajo de la cama o en el clóset? Puede encontrar juguetes usados en excelentes condiciones en ventas por mudanzas o en Craigslist, o puede pedirle a sus vecinos, amigos y familiares que intercambian con usted sus juguetes usados. Sólo asegúrese de darles una buena lavada antes de dejar que su pequeño juegue con ellos.

8. Ropa de maternidad y para bebé: En comparación con la ropa de diario que se puede poner en cualquier momento, la ropa de maternidad no tiene mucho uso más allá de algunos meses de embarazo, cuando ya no le queda a la gente. Lo mismo aplica para la ropa de bebé que les deja de quedar rápidamente. Ahorrará una pequeña fortuna al comprar ropa de maternidad y para bebé ligeramente usada en ventas de garage y tiendas de rebajas. Al igual que los juegos y juguetes para niños, sus amigos y familiares podrían tener ropa de maternidad o para bebé que les alegrará dejar en sus manos.

9. Instrumentos musicales: Comprar instrumentos musicales nuevos para un músico principiante rara vez es una buena idea. (¿Está preparado para pagar $60 la hora por lecciones de piano?). En caso de que su querido pequeño quiera aprender a tocar un instrumento, usted debería ver cuánto dura su interés al adquirir un instrumento rentado o usado para que practique primero con él. A menos de que sea un músico profesional o su niño prodigio esté seriamente comprometido con la música, un instrumento nuevo podría no ser la mejor inversión.

10. Mascotas: Si compra un cachorro de perro (o gato) con un criador profesional o en una tienda de mascotas, puede costarle desde algunos cientos de dólares hasta algunos miles. Además, también necesitará anticipar cuotas adicionales y recibos del veterinario. En lugar de eso, adopte a una mascota en su albergue animal local y adquiera un nuevo miembro para su familia con costos y vacunas substancialmente menos caros.

11. Objetos para decorar el hogar: Los objetos de decoración para el hogar y las obras de arte rara vez se manipulan diariamente, así que generalmente están en buenas condiciones incluso después de haber sido revendidas varias veces. Si le gusta el aspecto desgastado de algunos artículos de decoración, podrá estar seguro de que no pagó dinero extra por algo que ocurre naturalmente con el paso del tiempo. ¡Y no olvide que para la mayoría de nosotros, el 90% de la diversión está en descubrir una verdadera joya en una venta de garaje!

12. Artículos para manualidades: Si le gustan las manualidades, probablemente tiene una variedad de suministros que le quedan de proyectos anteriores. Si necesita algunos artículos adicionales para su siguiente proyecto, entonces puede unirse a un sistema de intercambio de manualidades, donde encontrará a otros aficionados con quiénes intercambiar suministros. Si todavía le quedan artículos, asegúrese de donarlos a las escuelas de su localidad.

13. Casas: Típicamente, podrá obtener mejor valor y presentaciones por su dinero cuando compra una casa vieja que cuando construye algo nuevo. Las casas más antiguas generalmente eran construidas en enormes terrenos en esquinas, y también podrá encontrar variedad arquitectónica en su vecindario si las casas fueron construidas o remodeladas en eras diferentes.

14. Muebles para oficina: Los muebles de calidad para la oficina son creados para resistir un uso y manejo intensivos. Los artículos realmente sólidos durarán toda una vida, mucho después de haberse revendido por primera o segunda vez. Un buen escritorio usado o archivero funcionará tan bien (o mejor) que uno nuevo, pero por una fracción del costo. Ahora que la recesión está haciendo que tantos negocios cierren, puede encontrar fácilmente muchas ofertas excelentes en muebles de oficina.

15. Automóviles: Probablemente ha escuchado esto antes: los autos se deprecian al momento en que salen de la agencia. Al comprar un auto usado, ahorra dinero tanto en el costo inicial como con el seguro. También resulta de ayuda conocer a un mecánico de confianza que pueda verificar primero el vehículo. De este modo, estará consciente de cualquier problema potencial antes de hacer la compra.

16. Herramientas manuales: Las herramientas simples con algunas partes removibles, como los martillos, azadones y llaves inglesas se conservarán durante décadas siempre y cuando estén bien fabricadas y reciban el cuidado debido. Son bastante fáciles de encontrar en ventas de garage o de vecindario. Si no necesita usar este tipo de herramientas con mucha frecuencia, una opción aún mejor es rentar un conjunto de herramientas o pedírselas prestadas a un amigo.

17. Equipo deportivo: La mayoría de la gente compra equipo deportivo planeando utilizarlo hasta que ya no sirva, pero esto rara vez sucede. Así que cuando el equipo deportivo termina en el mercado de reventa, suele estar en excelentes condiciones. Busque comprar equipo deportivo en Craigslist y en ventas de garage o tiendas especializadas.

18. Electrónicos de consumo: Sé que a la mayoría de la gente le gustan los juguetes nuevos y relucientes, pero los artículos electrónicos restaurados son compras mucho mejores. Los artículos electrónicos de consumo son devueltos al fabricante por diferentes motivos, pero generalmente son inspeccionados para buscar partes defectuosas, ser arreglados, probados y luego revendidos a un precio más bajo. Sólo asegúrese de obtener una buena garantía junto con su compra.

19. Artículos de jardinería: Esta es una forma sencilla de ahorrar dinero y todo lo que necesita hacer es ser observador. Dé un vistazo a su alrededor cuando realice actividades al aire libre y es probable que encuentre suministros de jardinería como acolchado, madera e incluso piedras de forma gratuita o precios sumamente bajos. El equipo y las herramientas de jardinería de segunda mano también son productos comunes en las ventas de garaje.

20. Tiempo compartido: Comprar una propiedad de tiempo compartido no es para todos, pero si decide que se ajusta a su estilo de vida, comprar una propiedad de reventa sería un mejor trato que comprarla nueva: en promedio, ahorrará un 67 por ciento del precio que si compra un tiempo compartido nuevo comparable. Si las propiedades de tiempo compartido son algo nuevo para usted, realice una prueba primero al rentar una propiedad a corto plazo.

21. Artículos recreativos: Es bastante fácil encontrar artículos recreativos de alta calidad, como cámpers, lanchas y jet skis, que son revendidos. Con frecuencia, apenas si han sido usados. Siempre y cuando estén en condiciones óptimas y sean seguros, le darán un mayor valor por su dinero que si comprara ese artículo nuevo.

Lynn Truong es cofundadora y Editora de Ofertas de Wise Bread, un blog dedicado a ayudar a los lectores a vivir bien con un presupuesto limitado. El libro de Wise Bread, 10,001 Ways to Live Large on a Small Budget, debutó como el libro #1 en la categoría de administración de dinero en Amazon.com.


30 de junio de 2010, 04:46 PM
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