LONDRES, noviembre 4 de 2010. (EFE).- Las boas constrictor pueden tener descendencia sin necesidad de mantener relaciones sexuales, según se afirma en un estudio de la Universidad de Carolina del Norte que se publica hoy en la revista científica "Biology Letters".
Se trata de la primera vez que se demuestra que estas serpientes pueden reproducirse asexualmente, lo que podría replantear las teorías actuales sobre reproducción de los reptiles, particularmente entre especies primitivas como la boa constrictor.
Más sorprendentemente aún, los autores del estudio constataron que las serpientes nacidas de la reproducción asexual o partenogénesis tenían atributos cromosómicos que hasta ahora se consideraban inviables en circunstancias como estas.
Los cromosomas sexuales de las serpientes son ligeramente diferentes a los de los mamíferos. Las serpientes macho tienen dos cromosomas Z y las hembras tienen un cromosoma Z y un cromosoma W.
Sin embargo, en el estudio se constató que todas las serpientes hembra nacidas de la reproducción asexual tenían repetido el cromosoma W, un fenómeno que hasta ahora se consideraba imposible.
Sólo mediante complejas manipulaciones genéticas en laboratorio se podrían producir hembras con cromosomas WW, algo que sólo se ha conseguido en peces y anfibios, explicó el doctor Warren Booth, experto en entomología y principal responsable del estudio.
Booth señaló que las sorpresas no terminaron ahí, dado que en el plazo de dos años la misma serpiente alumbró dos series de crías, todas ellas hembras, con el doble cromosoma W, que presentaban en la piel la misma extraña mutación de color recesivo de la madre.
La reproducción asexual no fue producto de que esta boa no tuviera opción, indicaron los científicos, ya que convivió con serpientes macho que fueron observadas realizando el cortejo sexual.
Además, esta serpiente ya había tenido descendencia por la "vía tradicional" en una ocasión antes de pasarse a la partenogénesis.
Booth consideró que estos extraños nacimientos no fueron producto de cambios en el entorno de la serpiente, ya que durante el periodo expuesto no hubo variaciones en la rutina vital del reptil.
Otra hipótesis que manejan los estudiosos es que esta serpiente "sea una especie de bicho raro genético de la naturaleza", aunque Booth expresó sospechas de que la partenogénesis en serpientes sea más habitual de lo que se pensaba hasta ahora.
"Reproducirse de las dos maneras podría ser la opción de salida evolutiva de las serpientes. En ausencia de machos apropiados, ¿por qué desperdiciar todos esos huevos cuando existe el potencial de producir semi-clones de uno mismo?. Luego, cuando hay disponible un macho apropiado, se puede volver a la reproducción sexual", dijo.
Booth, criador y apasionado de las serpientes, se ha quedado en propiedad una de las hembras del estudio, y a partir de ahora tiene la curiosidad de ver qué es lo que harán estos animales cuando alcancen la madurez sexual dentro de unos años.
Habrá que ver si están interesadas en cruzarse con un macho, si optarán por la partenogénesis, o si, como su madre, optan por las dos vías reproductoras.
Lo que es seguro, salvo nueva sorpresa mayúscula, indicó Booth, es que cualquier bebé serpiente que alumbren también será hembra. EFE
jueves, 4 de noviembre de 2010
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