En la imagen, a la izquierda Tyra Banks en el desfile de Victoria's Secret de 2005, a la derecha, Chanel Iman, desfilando para la misma firma, en 2009. La diferencia entre las formas de ambas modelos es más que evidente. "En mis tiempos, la talla media de una modelo era la cuatro o la seis [aproximadamente una 36 española], mientras que ahora se espera que tengas la talla cero. Cuando empecé, ni siquiera sabía que existiera esa talla", afirma.
La modelo, que ha creado todo un imperio multimillonario entre su productora y su reality show America's Next Top Model, ha confesado que a medida que su cuerpo empezó a cambiar, se encontró con que ciertas firmas la rechazaban: "A los veintipocos tenía una talla cuatro, pero empecé a tener más curvas, y mi agencia le dio a mi madre una lista de los diseñadores que ya no querían contar conmigo en sus desfiles", afirma la modelo. "Para seguir trabajando, tendría que haber luchado contra la madre naturaleza y desnutrirme", añade.
Pero la modelo no es la única que lucha por una belleza saludable: este año, la diseñadora Diane Von Furstenberg, presidenta del Consejo de Diseñadores de Moda de América, estableció unas bases para saber si una modelo tiene un desorden alimenticio y las envió a las firmas participantes en la Semana de la Moda de Nueva York. Además les instó a tener a disposición de las modelos en el backstage almuerzos y snacks saludables. Por la misma época, la legislación israelí prohibió que en los desfiles, anuncios y vallas publicitarias aparecieran modelos extremadamente delgadas y estableció que las mujeres con un índice de masa corporal menor de 18.5 no podrían trabajar como modelos.
Sin embargo, aún hay quien piensa
que la industria no tiene la culpa. Es el caso de la top Gisele Bündchen, que considera que
los responsables son los padres, no la moda. "Yo nunca sufrí
este problema porque tengo una base familiar muy fuerte", afirma la brasileña.
¿Con quién estás tú, con Tyra o con Gisele?
Publicado por Yahoo en Español.